Aquí y ahora
- Estefanía Llausás Corona
- 29 dic 2016
- 3 Min. de lectura

Hoy despertaste, quizás de una manera cómoda o deprisa en contra del reloj. Hiciste todas tus actividades cotidianas, recordaste todo ese mundo de pendientes. Tal vez, tuviste mucha hambre o se te fue el apetito. Quizás, hiciste eso que habías prometido hacer o lo volviste a dejar para mañana.
Es probable que me haya equivocado y que desconozca tu rutina, pero de algo si estoy completamente segura y es que hay algo que quieres, pero aún no lo tienes.
Probablemente sea un aumento de sueldo, viaje, perder peso, salud, pareja o fecha especial. Algunas personas pasan poco tiempo pensando en ello; sin embargo, otras gastan la mayor parte del día pensándolo. Si eres una de esas personas, este mensaje es para ti.
Primero que nada quiero felicitarte por tu perseverancia y lucha constante, hay muchas personas que se rinden al primer obstáculo. Solamente me gustaría hacerte unas preguntas, que un buen día me hice a mí misma, pues también soy una persona que se traza metas.
Esa meta que estas persiguiendo... ¿Te está robando tu felicidad?
¿Cuál es tu mayor prioridad en la vida?
¿Por qué lo quieres lograr?
¿Es una meta personal o lo haces para agradar a alguien más?
El luchar por esta meta ¿Te ha alejado de las personas que quieres y te quieren?
Y por último… ¿Estás esperando que algo o alguien te cambien la vida?
Después de responder estas preguntas es probable que te des cuenta hacia donde me dirijo. Mi intención no es confundirte o invitarte a caer en el conformismo. Estoy segura que en la vida todo se puede lograr con fé y trabajo.
Sin embargo, he entendido que debo de ser paciente, pues las cosas no siempre se dan cuando yo quiero y si es para mí, se dará gracias a mi perseverancia, así como tenacidad. Esos son valores que todos tenemos y que necesitamos poner en práctica más seguido. No obstante, la paciencia es algo que a algunos nos cuesta mucho trabajo.
Después, te das cuenta que es mejor ir poco a poco, pero sin dejar de dedicar un tiempo para ti o los que te aman. Ir más lento, no implica llegar tarde, pues cada persona tiene su propio ritmo y eso tenemos que aprenderlo.
Debemos dejar de compararnos, somos diferentes y eso es lo que nos hace especiales. Venimos aquí a la tierra para disfrutar esta experiencia y se nos olvida que nuestra mayor responsabilidad es ser felices.
Cuando haces un análisis consciente de todas las bendiciones que tienes en tu vida, aprendes a valorar tu presente, y te das cuenta que estás en camino a lograr eso que tanto deseas.
Los pensamientos negativos, no dejarán nada bueno, pues es necesario entender que lo que tenemos hoy, también lo podemos perder. Eres la única persona que puede cambiar tu vida, no esperes a que alguien o algo te den esa paz y plenitud que tanto buscas. Encárgate de construir esa vida que tanto deseas, no sabemos cuánto tiempo gozaremos de nuestro viaje aquí en la tierra, es por eso que debemos asegurarnos de despedirnos con una sonrisa a pesar de nuestras metas, aceptando que quizás dejaremos algunas pendientes, pues nunca sabremos cuando la vida nos cambie las reglas del juego.
Disfruta tu día, goza tu vida, estas aquí y ahora.
Quiero que te quieras
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