Un día a la vez, sólo uno

“Roma no se hizo en un día”

Una frase que me gusta mucho y me la repito constantemente.

Me considero una persona algo desesperada, y como muchos intento hacer que las cosas salgan justo como quisiera, pero en ocasiones eso simplemente no sucede así.

De pequeños nos enseñaron matemáticas, nos explicaron como formular ecuaciones. Nosotros las escribíamos y resolvíamos en nuestros cuadernos, teníamos pleno poder sobre dicha fórmula…

Sabíamos que sí un número o signo estaba alterado, el resultado sería completamente distinto.

La vida es así, ella nos pone la ecuación, nosotros creemos que tenemos todo controlado perfectamente, y de pronto un número le da un giro de 360 grados al resultado. Es ahí, cuando el auto deja de funcionar, comienza a llover y no traemos paraguas, nos despiden de nuestro trabajo o nos enfermamos.

Es un mal momento

Entonces, pensamos, y peor aún, decimos “Es un muy mal momento para que mi auto deje de funcionar, tengo que llegar a mi compromiso”

¿De verdad es un muy mal momento?

Jamás he escuchado que alguien diga: Hoy me siento muy bien; entonces, hoy es un buen día para chocar contra otro coche…Hoy es un gran día para enfermarme. Nadie quiere eso, nadie lo planea es algo que simplemente sucede, y ante eso ¿Qué puedes hacer?

¿Por qué a mí?

Estamos en ese momento dónde nos sucede exactamente lo que temíamos, o algo fuera de nuestro control y comenzamos a victimizarnos.

¿Por qué a mí? Si hice exactamente lo que debía.

¿Por qué a mí? Si soy un excelente padre o hijo.

¿Por qué a mí? Si soy una persona honesta y de buenos valores.

Por qué es vida…

Cada acción tiene una reacción, pasemos inmediatamente del ¿Por qué a mí? A un… Y ahora ¿Cómo le hago?

¿Cuál va a ser tu reacción?

En la vida no pasamos de capítulo hasta no haber aprendido la lección, y hay circunstancias que van ligadas a tu misión en este mundo, todo depende de ti y cómo sobrelleves la situación. No es algo nuevo, y me molesta compararme con los demás, porque cada quién está viviendo su propia batalla, lucha o sueño. Sin embargo, no olvides que hay alguien que entendió esto primero, y a pesar de su circunstancia está dando todo lo que tiene.

No por desesperarse las cosas se darán más rápido, y no por tener las cosas controladas, van a salir exactamente como lo deseas, aprende a vivir con ello. Aceptar que no eras tan fuerte como pensabas, con el tiempo, te hará buscar la valentía en lugares dónde jamás imaginaste.

Sé más fuerte que la circunstancia, date cuenta que es por algo y para algo; quizás algún día sabrás la respuesta, o quizás no, pero jamás dejes que limite quién eres, hacia dónde vas.

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Es simple, no es fácil, pero sí es simple…

Vive tu meta día con día y no la abandones, pese a cualquier circunstancia.

No permitas que un buen día se convierta en un mal día, toma la piedra en el camino y conviértela en un diamante.